«La Madre Tierra militarizada, cercada, envenenada, donde se violan sistemáticamente derechos elementales, nos exige actuar. Construyamos entonces sociedades capaces de coexistir de manera justa, digna; y por la vida juntémonos y sigamos con esperanza defendiendi y cuidando la sangre de la Tierra y sus espíritus”.
-Berta Cáceres.
Altamirano, Chiapas, a 19 de noviembre de 2016
A la opinión pública,
A las comunidades del municipio de Altamirano,
Al gobierno municipal de Altamirano,
A los gobiernos Estatal y Federal,
A las organizaciones de derechos humanos no gubernamentales nacionales e internacionales,
A los obispos de México,
A los medios de comunicación,
A las diferentes creencias religiosas,
A los hermanos y hermanas del Pueblo Creyente,
A los hombres y mujeres que defienden la paz:
¡Alto a la división que viene de fuera!
¡Sí a la unidad de nuestras comunidades!
Nosotros representantes de las comunidades indígenas tsotsil, ch’ol, tseltal, miembros del Movimiento en Defensa de la Vida y del Territorio peregrinamos para expresar las demandas sociales de nuestros municipios y advertir de los riesgos que implica el modelo extractivo para nuestro territorio. Es preocupante que vivamos en un Estado que no atiende y no escucha las demandas sociales del pueblo indígena y mestizo. Nuestros gobernantes están al servicio de las empresas extranjeras y de las reformas estructurales y dan la espalda a las necesidades del pueblo.
Hermanas y hermanos, estamos en un momento de nuestra historia en el que nos han defraudado muchas instituciones, pero también en un momento donde no queremos defraudar a los nuestros, este año gracias a que nos organizamos en nuestra lucha logramos que se cerraran cantinas que ocasionaban tanto daño a nuestras familias, que hacian que tuvieramos el corazón dividido. Pero gracias a nuestro caminar nos dimos cuenta que si juntamos nuestros corazones podemos acercarnos a sanar nuestra tierra que está herida. Queremos ser un solo corazón entre nosotros, con Dios y con la Madre Tierra.
Sabemos que en el mundo hay enfermedad, gran parte de esto es por nuestras acciones que dañan y contaminan a la madre tierra y por las malas acciones que de nuestro corazón salen. Nuestros antepasados no tenían las enfermedades que ahora tenemos: cáncer, diabetes, contaminación, entre muchas otras. ¿De dónde han venido estas enfermedades? De los alimentos que consumimos, de la contaminación de nuestros suelos, agua y aire, así como de nuestros sentimientos de odio, miedo y venganza.
Pero hay enfermedades de otro tipo, son aquellas que podríamos llamar enfermedades sociales, las cuales causan graves daños a nuestras comunidades, las enferman y las matan: la venta de drogas, de alcohol, las personas que ejercen violencia contra sus parejas y en su hogar, la delincuencia, la prostitución y la falta de empleo.
Hay otras enfermedades que nos están amenazando, esas enfermedades son las de la codicia de los empresarios y el gobierno. Su enfermedad causa mucha destrucción y contaminación, ellos están enfermos de avaricia y avanzan devorando todo a su paso. Los síntomas de esa enfermedad llegan hasta nuestros pueblos y comunidades como amenazas de construcción de carreteras, de presas hidroeléctricas, de proyectos para el turismo, etc. Los megaproyectos son una enfermedad que lleva a la muerte de nuestra Tierra, la muerte de nuestras culturas y la muerte de nuestro ecosistema. Eso no lo queremos en nuestro territorio.
Frente a esas enfermedades hoy nos pronunciamos y nos manifestamos en contra. Defendemos la vida. Por eso estamos aquí caminando. Es en verdad un logro saber que no caminamos solos, que el Movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio se conforma de 11 municipios, y en cada uno de estos pueblos hay comunidades, familias y personas con rostros concretos. Con la fuerza de esa unión hoy alzamos la voz en el municipio de Altamirano para hacer presentes nuestras demandas:
- Exigimos a las autoridades municipales y estatales que detengan la venta de madera y la tala inmoderada de árboles.
- Nos manifestamos en contra de la venta de nuestros ríos y el saqueo de recursos naturales de nuestra región de parte del gobierno y los empresarios.
- Rechazamos las Reformas Estructurales que el Gobierno Federal maquinó para hacer ganar más dinero a los que tienen más, pues en realidad solo son un instrumento para empobrecernos más.
- Exigimos mayor seguridad pública porque cada vez son más frecuentes los asaltos, secuestros y asesinatos en nuestro municipio.
- Repudiamos la violencia intrafamiliar, el abandono de los hombres a sus familias y el abandono de los ancianos.
- No queremos que haya pornografía extendida en los celulares y el internet, eso afecta a nuestros niños y jóvenes.
- Nos declaramos contra el alcoholismo, la venta ilícita de bebidas embriagantes y contra los cantineros que se hacen ricos a costa de esta enfermedad que es el alcohol.
- Manifestamos nuestro rechazo total a la drogadicción en nuestras comunidades.
- Exigimos a las autoridades oportunidades de trabajo para su pueblo, así como oportunidades de estudio para los y las jóvenes de nuestras comunidades.
- Exigimos respeto a nuestra cultura, a nuestras tradiciones y necesitamos gozar de libertad plena para autogobernarnos.
Así como el día siempre llega después de la noche, nosotros sabemos que vendrá la alegría, la paz, la seguridad y la justicia, que su luz brillará resplandeciente por encima de todas las largas noches de oscuridad que hemos pasado. Y esta esperanza nos viene de Dios y de nuestra unión al caminar.
¡Viva el Movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio!
¡Vivan los pueblos unidos!
Dado en el municipio de Altamirano dentro de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, a los 19 días del mes de noviembre del año 2016
MOVIMIENTO EN DEFENSA DE LA VIDA Y EL TERRITORIO
PUEBLO CREYENTE DE LAS PARROQUIAS DE:
Candelaria, Huixtán, Tumbalá, Cancúc, Tenejapa, Oxchuc,
Ocosingo, Altamirano, Chilón-Sitalá, Yajalón y Salto de Agua.
DIÓCESIS DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS.